martes, 21 de octubre de 2008

Escalofríos...

No concibo la crueldad, el inhumanismo, la violencia, la irracionalidad o la falta de escrúpulos ni en casos de una absoluta excepcionalidad…¿cómo voy a entender lo que ocurre en el mundo en el que habito y me deja consternada a cada vuelta de esquina?

Todo esto, que os puede parecer una incongruencia de mi mente divagante y que ciertamente lo es, viene precedido de un tema del que escuché hablar el otro día y de nuevo hizo crujir los cimientos de mi persona.

Hablo del tema del coltan o coltán, pues no estoy muy segura de si lleva acento o no.

El coltan o coltán es la abreviatura de columbita-tantalita, una serie de minerales formados por la mezcla de columbita y tantalita en cualquier proporción. Es de color metálico apagado. De él se extrae el metal
tantalio, que presenta una gran resistencia al calor así como propiedades eléctricas.

Se trata de un recurso estratégico, imprescindible en la fabricación de componentes electrónicos avanzados. El
tantalio obtenido a partir del coltan se usa principalmente en la elaboración de componentes electrónicos conocidos como condensador electrolítico de tantalio, un tipo bastante común de condensador presente en gran cantidad de dispositivos electrónicos, como en teléfonos móviles, internet, ordenadores, pantallas de plasma o proyectos de alta tecnología como, por ejemplo, los satélites artificiales enviados al espacio.

Vamos, un mineral absolutamente necesario para el desarrollo tecnológico del que nos rodeamos a diario y del que sin embargo no sabíamos nada. Al menos en mi caso, que me confieso ignorante y desconocedora del tan valioso mineral hasta hace tres días.
Bien pues esta maravilloso mineral del que jamás había oído hablar es la principal causa de que millones de personas en el Congo mueran. Y en esa cifra catastrófica, muchos de los cuerpos sin vida son de los niños que trabajan las rocas donde se haya depositado el tan ansiado mineral. Son rocas que suelen estar en la superficie terrosa y se han de picar porque esta difuminado entre la tierra.

El trabajo es agotador, más para la fuerza de unas manos de niño que se pasan el día entero con cincel y martillo pesado extrayendo de la roca la fortuna de otros. Y nunca mejor dicho, porque en el reportaje que pude ver, los propios críos comentaron que ganaban uno o dos dólares al día e incluso había días que no ganaban nada, a excepción de la comida. Esto último, dicho por el hombre que ha investigado el tema y del cual ha escrito un libro, que no es otro que el escritor y periodista: Alberto Vázquez Figueroa.

Trabajan en condiciones infrahumanas. Si hay algún derrumbe de la tierra que excavan, se quedan debajo para siempre. Es decir: excavan sus propias tumbas.
Es obvio que mientras ellos lo hacen sin ni siquiera tener que hacerlo. Otros, se reparten el botín aún antes de recibirlo.

El 80 % de este mineral está en la región del Congo y existen yacimientos de porcentajes mínimos en Australia, Brasil o Tailandia. Pero como siempre suele ocurrir, lamentablemente, la miseria de la región con el porcentaje mayoritario, es la que se lleva la peor parte de la ambición de los países compradores, entre los cuales se encuentra América a la cabeza.

Nada importa que las peleas por adueñarse de esos territorios sean la principal causa de guerras entre los nativos del País y el gobierno. Guerras en las que mueren personas inocentes de manera desmesurada. Vidas de niños torturadas que acaban en muerte en demasiados casos.

Y como siempre, la desidia del resto de Países y sus gobiernos, es una ignominia que abotarga los sentidos de quienes miramos dolorosamente y de nuevo, como la ambición de unos pocos es capaz de aniquilar la esperanza, el futuro, la vida incluso de muchos seres humanos a los que no les dan la oportunidad de serlo…

***Información sobre el mineral sacada de Wikipedia.

4 comentarios:

CharlyChip dijo...

Una demostración de tantas de que mundo financiero, la empresa, política y otras mandangas tienen que ver mas con el cuento y el beneficio a cualquier precio que con la ética.

La única diferencia entre los truanes de aqui y los del tercer es la distancia geográfica y las fronteras.

Los de aqui son tan finos que comen en su casa y defecan en la de los ciudadanos cuando cuesta demasiado mandar la inmundicia fuera.

Compran aqui voluntades y apoyos para su "causa" por el "derecho" al trabajo que nos "otorgan"...

Alla compran esclavos a precio del mercado local y productos regados con sangre.

Todo este sistema está montado para poner una distancia geográfica, legal y fiscal entre la sangre y los beneficios.

Una ficción de bondad de la que no nos podemos librar poniendo una pinza en la nariz y mirando hacia otra parte.

Un saludo y un besote

Andrés Paredes dijo...

En el mundo existen demasiados seres humanos explotados para satisfacer los caprichos de los países ricos.
¡Terrible!
Un saludo.

Marinel dijo...

Pues sí Charly, así es por muy crudo y dificil de digerir que sea...
Besitos.

Marinel dijo...

Totalmente terrible Andrés y lo peor es que no se ven salidas...
Un besito.