sábado, 4 de octubre de 2008

La clamorosa voz de los mil silencios



Colombia, un lugar en el espacio y el tiempo, unas gentes...

Una espacio desierto de guerra donde surgen y desaparecen voces y silencios con ocasionales y permanentes oasis que sobreviven al calor de las urbes.

Un espacio inmenso donde, entre clamores y silencios, sobrevive un pueblo cuyo sino durante medio siglo, más allá de la vida floreciente de las grandes urbes, parece ser situarse en uno de dos extremos. Vencedor o vencido, torturador o torturado, victima o verdugo... Aquellos que consiguen mantenerse al margen solo esperan al alba con una esperanza en el alma y un miedo aguardando en las nieblas del sueño.

Quizás lo más doloroso es saber que la locura acecha más allá de los límites de las esplendorosas urbes, en cuyas fronteras se entrevee ya las negruras del infierno de la inseguridad del incierto destino que aguarda más allá de los límites..., mientras la paz del alma vuela con la imaginación a los remotos campos perdidos del silencio y la muerte...

¿Con que tranquilidad de espíritu se puede cruzar las fronteras que nos separan de la locura en un viaje cuyos destinos rige la cautela y el cálculo que solo siembra la duda en una ruleta rusa en la que la diosa fortuna rige nuestro viaje al encuentro del destino?.

¿Como conciliar en este viaje el amor por sus tierras y sus gentes con el sabor del miedo siempre presente...?

¿Como desde su propio suelo, viviendo en manos del destino, se puede esperar el fin de los duelos, de las lágrimas, de la sangre...? Yo aun no conozco ese secreto... Ese espíritu indomable, misterioso la gran fuerza que permite que cada colombiano viva un nuevo día en espera del futuro... No se si tiene nombre, tal vez solo sea costumbre...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

a ver si escribiendo conseguimos algo, yo creo que sí, algo sí

CharlyChip dijo...

Eso espero. Menos se consigue con el silencio.

Un saludo

Marinel dijo...

No sé cual o cuales podrían ser las soluciones al negro panorama en el que viven y la solución perfecta para que dejen de vivir arazados al anhelo de ser libres, de ser un pueblo más en el que la tensión y los miedos dejen de reinar por culpa de unos cuantos o de unos muchos que mantienen en terror a tantos otros...
Besos,Carlos.