martes, 16 de diciembre de 2008

Un país de mileuristas.

Los expertos dicen que en España no produce suficientes empleos de valor.

El volumen de ofertas de empleo cualificado ha caído un 8% entre abril de

2007 y el mismo mes de 2008, mientras que en el mes de septiembre, la oferta de este tipo de empleo disminuyó el 25% y continúa en caída libre.

La mal llamada crisis, que más bien es una estafa mundial y la cual nos quieren enmascarar como una crisis provocada por todos y para todos, no tiene nada que ver con estos datos.


El déficit de licenciados no es nada nuevo y no debemos extrañarnos de la huida de nuestro personal cualificado al exterior, están ofreciendo sueldos de 22.000 euros al año, lo que no se corresponde en absoluto con el coste y esfuerzo realizado. El 22,7% de los trabajadores indefinidos y el 40,27% de los eventuales de entre 16 y 30 años desarrolla un trabajo que requiere menos preparación de la que tiene: 1,3 millones de licenciados tiene un trabajo que no es acorde a su formación.


No se ha promocionado la formación y mucho menos, recompensar la experiencia y la preparación de los trabajadores.

Se ha escogido el camino de las cuentas de resultados y beneficios al alza olvidando la importancia del capital humano en la estructura de la empresa.

Antes estar muchos años en una empresa era un valor añadido el empleado aportaba implicación y experiencia, a cambio se mejoraba en sueldo y categoría laboral.

Con los contratos precarios todo eso se acabo, la esperanza del trabajador se reduce a esperar unos meses para ver recompensada su dedicación con una rescisión de contrato.

Todo esto por sueldos base de subsistencia, nada acordes al nivel de precios alcanzado.


En la época de bonanza: entre 1995 y 2005, el poder adquisitivo del salario medio bajó un 4%, el único descenso en todos los países de la organización, dos de cada diez empleados ganan 1.000 euros brutos al mes.

Claro que aquí no nos podemos quejar, tenemos un clima envidiable para nuestros socios europeos. Mientras ellos concilian vida familiar y laboral con unos horarios razonables, nuestro maravilloso clima nos permite alargar la jornada laboral hasta horarios impensables para nuestros vecinos. Queriendo implantar, en un futuro no muy lejano, la barra libre de horarios; jornadas de lunes a domingo, a turnos sin detener la maquina ni un solo segundo (todo por el bienestar de los ciudadanos).


El mercado laboral español tiene la mayor cifra de empleo temporal de Europa: el 31% de los trabajadores es eventual, el doble que en la Europa de los 15 (14,8%), en la de los 27 (14,5%), y que en los cuatro grandes: Francia (14,4%), Italia (13,2%), Reino Unido (5,9%) o Alemania (14,6%).

La precariedad es uno de los factores nocivos de nuestro mercado laboral, una lacra que crea desprotección exclusión y pobreza.


A todo esto parece que sigue la tendencia de fomentar la movilidad reduciendo al máximo los derechos conseguidos por los trabajadores, empeñados en reformar la normativa laboral para reducir a un recuerdo del pasado el empleo estable y seguro.

Sin una base de ingresos equilibrada y constante las columnas de la producción y el consumo son como castillos de naipes.

1 comentario:

CharlyChip dijo...

Una buena descripción de este planeta torero.

El sentido común se ha ido a vivir a otro planeta.

En cuanto a este país no merece una palabra, la falta vergüenza y de visión son una institución aquí.

Un saludo Andrés