sábado, 10 de enero de 2009

La sorpresa menos sorprendente



Crisis, una palabra "mágica"... Es la expresión de la desidia y/o la incompetencia de nuestros líderes... ¿Solo de ellos?.

La falta de una dirección efectiva y moderadora del roce social inevitable, el fracaso al promover la concordia, la unión efectiva, la protección de los débiles dentro y fuera de las fronteras... La propia existencia de "los débiles" y de las mismas fronteras es la vista previa siempre presente del fracaso que encontramos cada día cuando el sol asoma al horizonte.

La negativa a ver y hacer que arrastramos es un mal endémico de la especie humana, nuestro padre genético del comportamiento debería estar orgulloso, somos unos retoños que no olvidamos el origen, somos la astilla de la que el palo puede sentirse orgulloso.

Todo supuesto intento de reconducir una situación en la que los fuertes han establecido las reglas para construir un orden social basado en el desequilibrio ha terminado en fracaso porque la intención que se declara no es tal sinó una burda mentira que seguimos tragándonos por propia voluntad..., por que es más cómodo que afrontar aquello que, aunque no lo reconozcamos, no queremos cambiar.

¿Es que jamás la humanidad será capaza de reconducir su ruta hacia un equilibrio social moderado en el que se reduzcan las diferencias extremas?

Parece que nuestro sino es la guerra... Guerra de los pobres para encontrar un camino de supervivencia algunas veces, en la mayoría de los casos la guerra de los fuertes para mantener su estatus y su dominio. La búsqueda de una solución es simplemente una mentira cambiante con larga historia. Una quimera disfrazada de gloria bendita con futuro que huye hacia adelante para no sentir los pies que quema el frio.

La mentira más lamentable es aquella en que el sujeto se miente a si mismo porque no acepta una realidad incómoda cuando mira en el espejo del mundo su propia imagen.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hemos perdido testiculina. Apenas nos rebelamos ya por nada y somos los ciudadanos, digo contribuyentes, ideales. No rechistamos y tragamos con lo que sea, hasta con Gran Hermano 10 si hace falta. Sintomático.

Marinel dijo...

Deprime mucho escuchar la verdad...o como en este caso leerla...
Y es absolutamente cierto que no sólo los terribles políticos nos llevan al desastre económico y social...sino que nosotros más o menos cómodamente instalados, hacemos como que no queremos verlo.
O lo que es peor, lo vemos, asimilamos y continuamos con nuestra más o menos organizada vida...
Y hacemos algo,pero es tan poco, que sabemos de antemano que de nada servirá...
Sin embargo ser realista es ver que es hartamente difícil una solución global.Aquella en la que todos los seres humanos,más humanizados, nos uniéramos en contra de injusticias sin fin...
¿Ves? también mientras escribo esto, me doy cuenta de que mi actitud es cómoda y no sé qué hacer ante esto...
Un beso.