domingo, 29 de marzo de 2009

¿Has sido víctima o has presenciado alguna vez un timo?



Algunas veces leo en la prensa, o escucho en la televisión, los diferentes tipos de timos o engaños que son capaces de llegar a hacer algunas malas personas para beneficiarse de otras, y, así poderlas chupar hasta la sangre quedándolas hasta en la miseria.

Lo difícil es averiguar cuándo va a suceder algo de ello en nuestro entorno, pues, aunque uno mismo lo tenga delante de sus narices, es difícil verlo porque no se suele llegar a pensar mal de nadie y menos cuando ves que la persona parece amable y educada.

Y en estos momentos se me viene a la mente uno de los timos de los que hace muchos años yo fui testigo presencial de los hechos, cuando estando en el Banco, un hombre muy amable, educado, atento, de buenas palabras y bien vestido, se acercó a un señor muy mayor, que estaba cerca de mí, y, aquél, le ofreció a la persona anciana, con muy buenas maneras, un pañuelo para que, mientras él actuaba, el señor mayor se distrajera limpiándose su chaqueta de un líquido verde y extraño, mientras tanto, la persona amable, atenta, educada, de buenas palabras y bien vestida huía con el refajo de billetes que le había quitado del bolso a la persona anciana.

Bien, con ello quiero decir, que es difícil averiguar cuándo alguien te está engañando, y, sobre todo, cuando ves que esa persona es atenta, amable, educada y de buenas palabras, la verdad es que es difícil apreciar el engaño, aún teniéndolo muy cerquita de tí, desgraciadamente, los timos son difíciles de detectar en el momento.

En esta vida, lamentablemente, ocurren estos tristes sucesos, para lo cual, tenemos que tener todos los ojos bien abiertos para no dejarnos engañar por nada ni por nadie, y que, precisamente, tengamos cuidado con esa persona que puede parecer, a simple vista, tan amable, cordial, atenta y de buenas palabras, porque quizá esté intentando perjudicarte para encauzarte en el engaño.


4 comentarios:

CharlyChip dijo...

Lo único que queda ante estas cosas es ser siempre precavido.

Las promociones milagro, los arreglos que benefician a uno más que a quien lo hace, deberían ser motivo para desconfiar... La codicia es madre de la más males de los usualmente admitimos.

Ni la mala apariencia o el trato distante es absolutamente identificador de mala persona, ni la buena o el trato amable son garantía de buena fe.

Ojos abiertos, un tonto y su dinero no permanecen mucho tiempo juntos. Tienen menos futuro juntos que un matrimonio en los últimos tiempos.

Por otra parte deberíamos ser más activos como ciudadanos en colaborar a impedir los delitos ya sea avisando a la policia o interviniendo personalmente para avisar a la víctima.

Un beso

Julio dijo...

Lamentablemente se vienen produciendo desde el principio de los tiempos, pero no podemos desconfiar de todos y de todo, sería una vida imposible, esto no quita ser precavido
Un abrazo

María dijo...

Hola, Charlychip:

Ni siendo precavido podemos averiguar si nos van a timar o no, porque el mundo está lleno de gente despierta y que engatusa de tal manera que te puedes fiar de ella y luego te sale gato por liebre.

Totalmente de acuerdo contigo cuando dices que debemos ser más activos colaborando como ciudadanos, sobre todo, denunciando cualquier hecho que presenciemos de cualquier tipo, lo malo que en este caso que yo presencié ¿a quién denuncias si se largó y no se supo nada más de él?

Un beso.

María dijo...

Hola, Julio:

Por eso mismo, porque no se puede desconfiar de todo el mundo y muchos menos de las personas que parecen son tan cordiales.

Un beso.