Super Rosa

Una revolución recorre el panorama político español, sobrecogiendo los corazones apocados y conformistas. UPD ha dejado de ser una broma para convertirse en la perturbación de los partidos mayoritarios. El partido de Rosa Díez cree en los ciudadanos, no en las identidades territoriales cuya mitología es el negocio de tantos vividores de la política, y viene a despertar a los votantes anestesiados con el cloroformo localista y disgregador.

Quienes una y otra vez vienen votando sin convicción, tapándose la nariz, a pesar de que están en desacuerdo fundamental tanto con unos como con otros, tienen en UPD una salida. Se acabó el votar por mera resignación democrática. Hay otras opciones y otros mundos para quienes están más preocupados por sus derechos que por su pertenencia a la tribu.

Díez se ha erigido en la voz de la conciencia y promete combatir a los que mienten con descaro frente a los males sociales y económicos que padecemos, pero también a los que niegan con el mismo desparpajo las ventajas de un Estado de Derecho unido en su pluralidad, igualitario y solidario. Y es que si de veras somos un país avanzado debemos respetar nuestras diferencias como frutos de la libertad, pero sin salirnos jamás de un marco común de respuestas hacia el futuro compartido.