'entiérrame desnuda
como he venido al mundo
fuera del vientre
de mi madre desconocida
…
entiérrame de pie
sin dinero
sin ropa
sin joyas
sin florituras
sin maquillaje
sin ornamentos
sin velo
sin anillos
sin nada
…
sin collares
ni pendientes
de oro fino
sin carmín
ni línea de ojos
…
desde mis ojos cerrados
quiero ver
cómo retrocede
el mundo
las estrellas
y el sol
caer
la noche expandirse
hasta su origen
y sepultarme
en su boca
…
acostarme
por última vez
para extenderme
al fin solitaria
como un diamante
lleno de tierra
…
descansar
dormir al fin
dormir dormir
sin pensar
en nada más
para siempre
…
morir morir
morir
para reencontrar
al fin a mi madre
y reconocer
en tu sonrisa
la inocencia
que me ha faltado
…
toda la vida
te he buscado
te encontré
para poder perderte
y decirte
al fin
te quiero'
Grisélidis Réal
Apaga y vámonos
Hace 2 años
5 comentarios:
Madre mía...¡qué preciosidad!
Entiérrame pura, vestida de nada, adornada de vacío...
Volver al vientre materno y terrenal,donde permanecer guardada como un tesoro, mientras observo desde la negrura el espacio infinito...
Reencontrarse para decirse en el último soplo de aliento: Te quiero...
De verdad, perdóna este comentario, si me he extendido,pero es que me ha encantado.
Besos,Camille.
Gracias por el enlace, es bueno saber de esas personas que tienen magia...
Otro beso.
Camille:
¡Qué maravilloso poema! no conocía a esa escritora, gracias por compartir siempre tantas cosas bonitas, me ha encantado ver un post tuyo aqui en "OV", muchas gracias.
Descansar desnudos, desde el alma, sin florituras, ni adornos, únicamente, desnudos entre almas, entre lo que somos, humanos, sin nada que nos estorbe, y durmamos, en el lecho descansando de todos nuestros problemas, dejémonos llevar por esa placidez cálida que nos de cobijo y nos proteja.
Dejemos que caiga el sol, y con él sus rayos y que nos alumbren... desnudos... desnudos entre pieles... entre luces... entre la placidez y el descanso...
Un beso.
Me vienen a la mente palabras de A. Machado...
No se, la vida es a veces un viaje tortuoso, que sigue derroteros a menudo fuera de nuestro control, solo la muerte es absolutamente nuestra, personal, intransferible...
Afortunado, creo yo, quien puede conservar la lealtad a su propia naturaleza toda la vida, sin flaquear...
Un abrazo
Hacía tiempo que no leía nada tan conmovedor, tan terrible, tan sincero, tan arrebatador. Todo un descubrimiento.
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