martes, 14 de abril de 2009

"Los dos sacos"


Hay una antigua leyenda acerca de tres hombres, cada uno de los cuales, cargaba dos sacos, sujetos a sus cuellos, uno al frente y el otro a sus espaldas.

Cuando al primero de ellos le preguntaron que había en sus sacos, el dijo: "Todo cuanto de bueno me han dado mis amigos se halla en el saco de atrás, ahí fuera de la vista, y al poco tiempo olvidado." El saco de enfrente contiene todas las cosas desagradables que me han acontecido y, en mi andar, me detengo con frecuencia, saco esas cosas y las examino desde todos los ángulos posibles. Me concentro en ellas y las estudio. Y dirijo todos mis sentimientos y pensamientos hacia ellas.

En consecuencia, como el primer hombre siempre se estaba deteniendo para reflexionar sobre las cosas desafortunadas que le habían sucedido en el pasado, lo que lograba avanzar era muy poco.

Cuando al segundo hombre le preguntaron qué era lo que llevaba en sus dos sacos, el respondió: "En el saco de enfrente están todas las buenas acciones que he hecho. Las llevo delante de mí y continuamente las saco y las exhibo para que todo mundo las vea. Mientras que el saco que llevo atrás, contiene todos mis errores. Los llevo consigo a dondequiera que voy. Es mucho lo que pesan y no me permiten avanzar con rapidez, pero por alguna razón, no puedo desprenderme de ellos."

Al preguntarle al tercer hombre sobre sus sacos, él contestó: "El saco que llevo al frente, está lleno de maravillosos pensamientos acerca de la gente, los actos bondadosos que han realizado y todo cuanto de bueno he tenido en mi vida. Es un saco muy grande y está lleno, pero no pesa mucho. Su peso es como las velas de un barco "lejos de ser una carga" me ayudan a avanzar. Por su parte, el saco que llevo a mis espaldas está vacío, pues le he hecho un gran orificio en el fondo. En ese saco, puse todo lo malo que escuché de los demás así como todo lo malo que a veces pienso acerca de mí mismo. Esas cosas se fueron saliendo por el agujero y se perdieron para siempre, de modo que ya no hay peso que me haga más penoso el trayecto.".

Autor: Desconocido.

19 comentarios:

brancalúa dijo...

Texto sencillo con un mensaje muy saludable. Es bueno para la vida. Un fuerte abrazo

Marinel dijo...

Bonito texto,María.
Lo mejor es lo último...dejar esparcidos los errores y horrores,lo malo que sentimos hacia otros o hacia nosotros mismos...
¡Ay si así lo hiciésemos!
Muy aleccionador.
Besos.

CharlyChip dijo...

Un viajero inteligente que sabe llevar su carga util y dejar tras de si aquello que le anclaría al suelo.

Es bueno recordar errores propios, para no olvidar la lección aprendida, pero no como una carga que limita sinó como un modo de enderezar caminos.

Interesante y sabia lectura.

Besos mil

Camille Stein dijo...

una gran distribución del peso, la realizada por el tercer hombre...

pero si el segundo saco está vacío, tal y como dice... por qué lo lleva encima ? :)

un beso, María

CharlyChip dijo...

Jajajaja, buena pregunta Camille ;-)

Un abrazo

Anónimo dijo...

SACO las cosas malas y meto las buenas

María dijo...

Gracias, BRANCALÚA:

Una leyenda que nos invita a la reflexión de nuestros propios actos en el caminar de la vida.

Un beso.

María dijo...

Hola, Marinel:

Si es que, a veces, dedicamos el tiempo en pensar en nuestros errores, y no nos dejan avanzar, por eso es conveniente desprenderse de ellos, y seguir caminando, un buen ejemplo que nos da esta leyenda con estos tres hombres que actúan de distinta manera.

Un besazo.

María dijo...

Charlychip:

Mejor es dejar los errores a un lado, pero que nos sirvan para aprender de ellos, aunque siempre sin detenernos, para no volver a caer en los mismos, auuque, seguramente, caigamos en otros.

Besos.

María dijo...

Hola, Camille Stein:

Distintas formas de actuar de cada hombre, asi es como actuamos todas las personas, cada uno de una manera.

Buena reflexión la tuya, Camille, aunque pensándolo bien ... ¿quizá lo lleve encima por si le hace falta llenarlo? jajaja.

Besos.

María dijo...

Hola, Amor y Libertad:

Jajaja me hizo mucha gracia tu frase, te quedó estupenda con lo del SACO jaja.

Un beso.

Txe Peligro dijo...

oh! qué parábola!

Domingo dijo...

Pobre de aquel que no tenga ningún saco de cosas buenas que llevar, porque su vida habrá sido en balde.

María dijo...

Gracias, Txe, por dejar tu pequeña huella que ha sido suficiente para haber ido a conocer tu blog.

Salu2.

María dijo...

Asi lo veo yo también, Domingo, aquel que no tenga ningún saco que llevar, su vida habrá estado más que vacía.

Un beso.

LOLI dijo...

Muy bueno!!Eso intentare hacer,Gracias por el mensaje.
UN BESAZO

María dijo...

Gracias, LOLA, a ti por venir a este blog a leernos.

Un besazo.

impersonem dijo...

Aleccionador texto María, pero yo no me quedo sólo con lo que hace el tercero, me quedo con los tres, pues significan las etapas del aprendizaje, a veces nos quedamos en el primer caso, a veces transcendemos hasta el segundo y a veces alcanzamos la perfección del tercero... yo me identifico con los tres pues tengo mis cosas para cada uno de los sacos y modalidades y un gran trayecto por recorrer...

Besos.

María dijo...

Hola, Impersonem:

Gracias por dejar tu huella a tu paso por este blog, es un placer siempre leerte.

Gracias por compartir lo que piensas, tienes mucha razón, a veces, dependiendo de las circunstancias, podemos reaccionar de distintas maneras, y todas ellas nos pueden servir a modo de aprendizaje.

Besos.