Desde A Coruña, para quien encuentre mis palabras y reflexiones perdidas en el mar de letras de internet.
En la guerra toca Vigilar tras las almenas, Detectar los ataques, Defenderse, Contraatacar. Cuando apremia el tiempo, cuando se recibe un duro ataque "por sorpresa", el contragolpe es la respuesta adecuada.
Identifiquemos al enemigo pues, presentemos batalla y ganémosla hasta la rendición incondicional del “enemigo”.
Analicemos pues la situación del campo de batalla, marquemos las líneas de frente y planteemos la estrategia pero hablemos primero de la gran dama, la difunta que nunca nació o tal vez solo nació malherida…
Democracia, conjunto de reglas de juego, compromisos, respetos y lealtades… Todos la mataron y ella sola se murió en su viaje al limbo del que nunca salió.
Un minuto de silencio por la difunta que definitivamente nunca nació, al menos en estas tierras. Su gemela imperfecta la suplantó, nació con los defectos de sus creadores, con los defectos de la naturaleza humana que la dio a luz. Las astillas de sus múltiples padres la han esclavizado, la han vendido por un miserable plato de lentejas.
Vivir es una guerra cruel con muchas batallas, treguas, frentes, tierras de nadie, amigos, enemigos, aliados, traidores, engaños, espionajes y otros cuentos, como cualquier otra guerra. Es penoso que así sea, pero las lealtades, los diálogos, las empatías no son patrimonio de la naturaleza humana, tan solo su hipotética meta efímera. Al menos no lo son en este tiempo. No he podido, gracias a dios, vivir más que una vida para poder con ello saber de otros.
Ciudadano, poder ejecutivo, representantes políticos, funcionarios, empresas, banca... las piezas de esta partida, los contendientes de una guerra sin cuartel sancionada con tratados vergonzosos y vergonzosas victorias... Prefiero no citar a otros contendientes camuflados entre las huestes de la dualidad eterna que la naturaleza y el destino nos han regalado, aunque una mente avispada, sutil, podrá quizás captar las voluntarias omisiones de esta lista.
Me gustan los buenos principios, aun de las autocríticas así que empezaré disparando mis dardos contra mi propio grupo, contra mi mismo al fin, aquel grupo del que nadie puede huir, como tampoco de sus propia sombra...
Empezaremos esta confrontación por el primer enemigo de la lista... Si alguien se siente tentado a disparar sus flechas incendiarias al mensajero piense antes que nada que caen las flechas sobre el endeble tejado de barda que le cubre. Como Pelayo ha de ser buen estratega para sacar ventaja al enemigo pero, en esta ocasión, sin disparar un solo dardo, flecha o venablo, pues su enemigo habita tras el espejo.
Ciudadanos
El grupo en el que todos estamos, independientemente de cualquier factor diferenciador.
Como ciudadanos hemos cometido muchos errores, hablare en primer lugar de España, nuestra casa común, pero creo que en gran parte podría extenderse la autocrítica y crítica a buena parte de la especie humana cuando se lo ha podido permitir… La impotencia no hace buenos a los buenos, solo los sitúa en el campo de los inocentes por imposibilidad material.
Independientemente de colores políticos, religiosos, condición social, sexo, nivel de ingresos..., cada cual con sus peculiaridades, ha caído en la medida de sus posibilidades, en los mismos errores u otros similares al alcance de su condición...
Hemos corrido como caballos desbocados hacia las libertades olvidando los frenos de la cordura, sin preocuparnos por los daños colaterales, por las consecuencias… Hemos sido indisciplinados, y no me refiero solo a la disciplina abstracta, colectiva, me refiero a la personal a la única de la que no podemos renegar como si no fuese nuestra.
Hemos caído en la ligereza de billetera monetaria y del alma, corrido riesgos innecesarios y excesivos, cegados por las metas golosas del hedonismo económico, etico. Hemos arriegado demasiado y hemos perdido alma, carne y sangre.
Hemos seguido espejismos ideológicos y persistiendo en el error, negándonos a ser ecuánimes al valorar a nuestros “contrarios”. Nos hemos negado a pasar factura a los “nuestros” por sus errores, por sus abusos, corrompiendo con ello el sistema, dando bazas al único enemigo, la injusticia y la corrupción.
Hemos hecho la cama al que desde nuestro propio bando nos miraba desde el espejo de nuestra propia naturaleza y nos hemos creído ganadores. Hoy se nos han atragantado los laureles, y todavía no hemos llegado al sapo que ocultan entre sus ramas.
Hablo del único contendiente de esta batalla, el ciudadano sin distinción de raza, sexo, credo o ideología , nos ha devuelto la pelota del deterioro moral ciudadano, político, económico, religioso…
Hemos olvidado que todos y cada uno, independientemente de nuestra cuna, nuestros bienes, nuestras peculiaridades personales o grupales, TODOS, somos humanos.
Hemos prendido fuego a las naves en pleno océano, ni siquiera hemos sido sensatos, esperado como Cortés a llegar a tierra. El tuvo más visión, tal vez fuese tuerto, pero no ciego.
Seguro que hemos cometido muchos otros errores, pero creo que es labor de cada uno hacer honrado examen de conciencia ante el único enemigo ante el cual no nos favorecen las mentiras. Nosotros mismos.
Seguro muchos hemos tratado de actuar honradamente, que todos tenemos disculpas evidentes, muy elaboradas, con largas estadísticas que las justifican, tal vez hasta una doctrina bien aprendida que habla del bien y del mal, pero no es momento para ello, no cuando el enemigo somos nosotros mismos y la batalla nuestra supervivencia como especie.
Poder Ejecutivo
Hablo en este caso de nuestros representantes con poder ejecutivo en los ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas, en el poder central, en los organismos plurinacionales o multinacionales... (Alcaldes, presidentes diversos y otros cargos de nombres que ni pretendo siquiera conocer o recordar... , evidentemente porque es una lista tan aburrida como inútil).
Nuestros poderes ejecutivos han gastado alegremente de la billetera colectiva, de la mundial, de la de la comunidad europea y otras similares, de la de todo proveedor de fondos que la ha dejado abierta con descuido, ligereza y/o escaso control... No han mirado por gastar lo necesario, han gastado con "alegria", sin mesura y sin mirar que la motivación principal de este gasto fuese el bien común de los ciudadanos.
Han mirado más por conservar sus sillas en las próximas elecciones que por cuidar de los intereses de la ciudanía, han cuidado más de derrotar el contrincante político que de favorecer a todos los ciudadanos sin distinción por su voto o cualquier otra distinción derivada de su libertad de elección...
La ciudadanía no ha sido sino la última prioridad de la lista... Se han permitido mentir a sabiendas con las promesas electorales, dar información sesgada a sabiendas, manipular los medios de información de la mano de los grupos de presión económica que los apoyan y financian, conceder a estos grupos privilegios y ventajas injustas para devolver los "favores" recibidos... Han instalado y/o tolerado la corrupción como medio de financiación... Tantas cosas..., seguro que muchas no se pasan ni por mi imaginación, seguro que me quedo corto.
No tengo dudas de que muchos representantes habrán actuado de buena fe, al menos al principio, pero también estoy seguro de que muchos de ellos sabian, saben y toleran por interes desde hace mucho tiempo lo que se cuece en la política y los grupos económicos de presión.
Representantes políticos
Han jugado a la alternacia, particularmente los dos grandes grupos. Cuando uno sabe que luego le toca, como en cualquier bipartidismo que "se precie" no rompe los silencios de los pactos de yo robo tu callas, yo callo tu robas. Han manipulado los mecanismos de control para conservar el volante del juego, pero han perdido los frenos, les ha perdido la ambición y han dejado de vigilar la cartera, a sus subordinados desbocados, a los especuladores descontrolados.
No tengo dudas de que muchos representantes habrán actuado también de buena fe, pero también estoy seguro de que muchos de estos saben desde hace mucho tiempo lo que se cuece en la política, entre los dos partidos dominantes, entre los grupos nacionalistas y los grupos económicos de presión.
Funcionarios
Han olvidado quizás que son una fuerza laboral, una fuerza de servicio ciudadano, parte del gran conjunto de los trabajadores. Aún siendo unos privilegiados en cuanto a derechos y garantias laborales, lo son sin duda.
Su papel es tratar con justicia, respeto, consideración y amabilidad a los ciudadanos, a menudo desgraciadamente algunos, quisiera creer que no muchos, no lo han hecho así. La laboriosidad ha corrido la misma suerte de deterioro en muchos casos, a veces disfrazada como los anteriores valores deseados y deseables, de obediencia.
Se han considerado clase aparte, insolidarios por derecho propio de casta con el resto de sus iguales... Otros, no siendo funcionarios, han caído en la misma falta de considerarse clase privilegiada.
No dudo de la honradez, consideración y sentido del deber personal y profesional de muchos de ellos, pero estoy seguro de que igualmente muchos sabian antes, durante y después de incorporarse de muchas faltas y abusos. A pesar de ello lo han tolerado cunado estaban en ejercicio por interés, han, cuanto menos, guardado culpable silencio cuando lo han creido conveniente ya por miedo, ya por interés.
Empresas
Han caido en las trampas de la corrupción como medio de obtener privilegios injustos sobre sus competidores, en las competencias extremas en precio para derrotarlos ignorando en el camino la calidad mínima como garantía de servicio a sus clientes, la adecuada atención al cliente. Han caido en el engaño como medio de vencer a corto plazo, han abusado al verse presionados por los bajos beneficios derivados de la caida de precios tomando como blanco de recuperación de gastos a sus empleados olvidando por el camino que eran humanos antes que empresarios…
Han jugado a desgastar con pertinaz insistencia y paciencia la función de vigilancia de una administración aquejada de desidia, agotada por la lucha por su propio poder, el de la silla.
Han caido en el falso juego de los mercados abiertos, en jugar a la deslocalización, en competir de modo equivocado contra aquellos que no son sus iguales, los competidores desleales que ha sembrado la política en el mercadeo político-económico entre democracias y dictaduras.
Seguro que miles de cosas se me han olvidado en el tintero, pero no creo haber olvidado las principales.
Dejaré aparte por evidente a la industria armamentística, que ahí juegan todos los buitres politicos y economicos por igual a sembrar carnaza y cadáveres por interés mezquino. Siembran minas en su propio huerto, aquel donde también sangraran por igual sus propios hijos y nietos. Las balas no hacen distingos.
Estoy seguro de que hay muchas empresas, muchos empresarios que han jugado al juego de forma razonablemente limpia, aquella que se puede esperar de la escasa empatía que cabe en un ente abstracto como es una empresa publica o privada...
Banca, parientes cercanos y similares engendros con paraguas de oro
Han jugado al riesgo, al engaño, a la usuara..., a trabajar como suministradores del cobrador del frac, el smoking,… Es notable su juego con los límites de la ley en la claridad informativa sobre sus productos, con los paquetes “especiales”, los packs de productos alto beneficio/alto riesgo sin etiqueta en la caja del embalaje. Veneno puro disfrazado de almíbar dorado.
Han jugado sus cartas para acaparar flotadores cuando las naves se hundían, han bloqueado el sistema de crédito y hundido sin una lágrima de compasión a las naves más ligeras, para asegurarse un puesto en las naves de las grandes ligas, en sus cargas de beneficios impíos. Han jugado a un juego que alienta el riesgo, exprime sin pidead y se garantiza beneficios incluso en la derrota por estupidez. Para salvar a los más idiotas está papa estado, una inversión doble, de corto y largo plazo a través de la financiación de las campañas y otros engaños menores.
No dudo que haya bancos en los cuales, personas y cargos concretos, hayan actuado con honradez, tanta como se puede esperar de la capacidad de empatía y ética de un ente abstracto como es una empresas orienta a ganar batallas sin concesiones, amparándose en la dependencia del resto de los recursos que han acumulado ganando siempre, jugando siempre con cartas marcadas, sobre seguro, con indisimulada y feroz codicia…
La inmmodesta e ilustre franqueza del chorizo para si la quisiera la carne del burro con que le nutre quien lo embute desde la grada o el estrado.
Dejemos descansar hoy a los restantes poderes, que de despellejarlos se ocupen hoy otros.
Conclusión
Ciudadano, universal miembro de las antedichas sectas y grupos, o plantamos batalla o seremos pasto como el pisto.
Creo que es hora de clarear las aguas, despejar los horizontes y aclarar las rutas y los caminos.
Ciudadano, creo que a todos y cada uno de los enemigos que en el mismo saco se incluyen hemos de derrotar hoy si queremos vivir mañana.
No es hora ya de treguas o acuerdos, es hora de combatir sin piedad, sin tregua… Empieza por ti mismo, es un principio, pero no cejes hasta acabar la faena. No hay lugar para que los cabezas de turco paguen el pato de esta batalla, de la guerra…Sería volver a comenzar de nuevo, desde el principio. Yo, como Sísifo,me siento cansado, aburrido de repetir subida hacia el fondo de los infiernos… Es la hora en que no existe mas fin posible que la victoria, la derrota es el olvido.
En la guerra toca Vigilar tras las almenas, Detectar los ataques, Defenderse, Contraatacar. Cuando apremia el tiempo, cuando se recibe un duro ataque "por sorpresa", el contragolpe es la respuesta adecuada.
Identifiquemos al enemigo pues, presentemos batalla y ganémosla hasta la rendición incondicional del “enemigo”.
Analicemos pues la situación del campo de batalla, marquemos las líneas de frente y planteemos la estrategia pero hablemos primero de la gran dama, la difunta que nunca nació o tal vez solo nació malherida…
Democracia, conjunto de reglas de juego, compromisos, respetos y lealtades… Todos la mataron y ella sola se murió en su viaje al limbo del que nunca salió.
Un minuto de silencio por la difunta que definitivamente nunca nació, al menos en estas tierras. Su gemela imperfecta la suplantó, nació con los defectos de sus creadores, con los defectos de la naturaleza humana que la dio a luz. Las astillas de sus múltiples padres la han esclavizado, la han vendido por un miserable plato de lentejas.
Vivir es una guerra cruel con muchas batallas, treguas, frentes, tierras de nadie, amigos, enemigos, aliados, traidores, engaños, espionajes y otros cuentos, como cualquier otra guerra. Es penoso que así sea, pero las lealtades, los diálogos, las empatías no son patrimonio de la naturaleza humana, tan solo su hipotética meta efímera. Al menos no lo son en este tiempo. No he podido, gracias a dios, vivir más que una vida para poder con ello saber de otros.
Ciudadano, poder ejecutivo, representantes políticos, funcionarios, empresas, banca... las piezas de esta partida, los contendientes de una guerra sin cuartel sancionada con tratados vergonzosos y vergonzosas victorias... Prefiero no citar a otros contendientes camuflados entre las huestes de la dualidad eterna que la naturaleza y el destino nos han regalado, aunque una mente avispada, sutil, podrá quizás captar las voluntarias omisiones de esta lista.
Me gustan los buenos principios, aun de las autocríticas así que empezaré disparando mis dardos contra mi propio grupo, contra mi mismo al fin, aquel grupo del que nadie puede huir, como tampoco de sus propia sombra...
Empezaremos esta confrontación por el primer enemigo de la lista... Si alguien se siente tentado a disparar sus flechas incendiarias al mensajero piense antes que nada que caen las flechas sobre el endeble tejado de barda que le cubre. Como Pelayo ha de ser buen estratega para sacar ventaja al enemigo pero, en esta ocasión, sin disparar un solo dardo, flecha o venablo, pues su enemigo habita tras el espejo.
Ciudadanos
El grupo en el que todos estamos, independientemente de cualquier factor diferenciador.
Como ciudadanos hemos cometido muchos errores, hablare en primer lugar de España, nuestra casa común, pero creo que en gran parte podría extenderse la autocrítica y crítica a buena parte de la especie humana cuando se lo ha podido permitir… La impotencia no hace buenos a los buenos, solo los sitúa en el campo de los inocentes por imposibilidad material.
Independientemente de colores políticos, religiosos, condición social, sexo, nivel de ingresos..., cada cual con sus peculiaridades, ha caído en la medida de sus posibilidades, en los mismos errores u otros similares al alcance de su condición...
Hemos corrido como caballos desbocados hacia las libertades olvidando los frenos de la cordura, sin preocuparnos por los daños colaterales, por las consecuencias… Hemos sido indisciplinados, y no me refiero solo a la disciplina abstracta, colectiva, me refiero a la personal a la única de la que no podemos renegar como si no fuese nuestra.
Hemos caído en la ligereza de billetera monetaria y del alma, corrido riesgos innecesarios y excesivos, cegados por las metas golosas del hedonismo económico, etico. Hemos arriegado demasiado y hemos perdido alma, carne y sangre.
Hemos seguido espejismos ideológicos y persistiendo en el error, negándonos a ser ecuánimes al valorar a nuestros “contrarios”. Nos hemos negado a pasar factura a los “nuestros” por sus errores, por sus abusos, corrompiendo con ello el sistema, dando bazas al único enemigo, la injusticia y la corrupción.
Hemos hecho la cama al que desde nuestro propio bando nos miraba desde el espejo de nuestra propia naturaleza y nos hemos creído ganadores. Hoy se nos han atragantado los laureles, y todavía no hemos llegado al sapo que ocultan entre sus ramas.
Hablo del único contendiente de esta batalla, el ciudadano sin distinción de raza, sexo, credo o ideología , nos ha devuelto la pelota del deterioro moral ciudadano, político, económico, religioso…
Hemos olvidado que todos y cada uno, independientemente de nuestra cuna, nuestros bienes, nuestras peculiaridades personales o grupales, TODOS, somos humanos.
Hemos prendido fuego a las naves en pleno océano, ni siquiera hemos sido sensatos, esperado como Cortés a llegar a tierra. El tuvo más visión, tal vez fuese tuerto, pero no ciego.
Seguro que hemos cometido muchos otros errores, pero creo que es labor de cada uno hacer honrado examen de conciencia ante el único enemigo ante el cual no nos favorecen las mentiras. Nosotros mismos.
Seguro muchos hemos tratado de actuar honradamente, que todos tenemos disculpas evidentes, muy elaboradas, con largas estadísticas que las justifican, tal vez hasta una doctrina bien aprendida que habla del bien y del mal, pero no es momento para ello, no cuando el enemigo somos nosotros mismos y la batalla nuestra supervivencia como especie.
Poder Ejecutivo
Hablo en este caso de nuestros representantes con poder ejecutivo en los ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas, en el poder central, en los organismos plurinacionales o multinacionales... (Alcaldes, presidentes diversos y otros cargos de nombres que ni pretendo siquiera conocer o recordar... , evidentemente porque es una lista tan aburrida como inútil).
Nuestros poderes ejecutivos han gastado alegremente de la billetera colectiva, de la mundial, de la de la comunidad europea y otras similares, de la de todo proveedor de fondos que la ha dejado abierta con descuido, ligereza y/o escaso control... No han mirado por gastar lo necesario, han gastado con "alegria", sin mesura y sin mirar que la motivación principal de este gasto fuese el bien común de los ciudadanos.
Han mirado más por conservar sus sillas en las próximas elecciones que por cuidar de los intereses de la ciudanía, han cuidado más de derrotar el contrincante político que de favorecer a todos los ciudadanos sin distinción por su voto o cualquier otra distinción derivada de su libertad de elección...
La ciudadanía no ha sido sino la última prioridad de la lista... Se han permitido mentir a sabiendas con las promesas electorales, dar información sesgada a sabiendas, manipular los medios de información de la mano de los grupos de presión económica que los apoyan y financian, conceder a estos grupos privilegios y ventajas injustas para devolver los "favores" recibidos... Han instalado y/o tolerado la corrupción como medio de financiación... Tantas cosas..., seguro que muchas no se pasan ni por mi imaginación, seguro que me quedo corto.
No tengo dudas de que muchos representantes habrán actuado de buena fe, al menos al principio, pero también estoy seguro de que muchos de ellos sabian, saben y toleran por interes desde hace mucho tiempo lo que se cuece en la política y los grupos económicos de presión.
Representantes políticos
Han jugado a la alternacia, particularmente los dos grandes grupos. Cuando uno sabe que luego le toca, como en cualquier bipartidismo que "se precie" no rompe los silencios de los pactos de yo robo tu callas, yo callo tu robas. Han manipulado los mecanismos de control para conservar el volante del juego, pero han perdido los frenos, les ha perdido la ambición y han dejado de vigilar la cartera, a sus subordinados desbocados, a los especuladores descontrolados.
No tengo dudas de que muchos representantes habrán actuado también de buena fe, pero también estoy seguro de que muchos de estos saben desde hace mucho tiempo lo que se cuece en la política, entre los dos partidos dominantes, entre los grupos nacionalistas y los grupos económicos de presión.
Funcionarios
Han olvidado quizás que son una fuerza laboral, una fuerza de servicio ciudadano, parte del gran conjunto de los trabajadores. Aún siendo unos privilegiados en cuanto a derechos y garantias laborales, lo son sin duda.
Su papel es tratar con justicia, respeto, consideración y amabilidad a los ciudadanos, a menudo desgraciadamente algunos, quisiera creer que no muchos, no lo han hecho así. La laboriosidad ha corrido la misma suerte de deterioro en muchos casos, a veces disfrazada como los anteriores valores deseados y deseables, de obediencia.
Se han considerado clase aparte, insolidarios por derecho propio de casta con el resto de sus iguales... Otros, no siendo funcionarios, han caído en la misma falta de considerarse clase privilegiada.
No dudo de la honradez, consideración y sentido del deber personal y profesional de muchos de ellos, pero estoy seguro de que igualmente muchos sabian antes, durante y después de incorporarse de muchas faltas y abusos. A pesar de ello lo han tolerado cunado estaban en ejercicio por interés, han, cuanto menos, guardado culpable silencio cuando lo han creido conveniente ya por miedo, ya por interés.
Empresas
Han caido en las trampas de la corrupción como medio de obtener privilegios injustos sobre sus competidores, en las competencias extremas en precio para derrotarlos ignorando en el camino la calidad mínima como garantía de servicio a sus clientes, la adecuada atención al cliente. Han caido en el engaño como medio de vencer a corto plazo, han abusado al verse presionados por los bajos beneficios derivados de la caida de precios tomando como blanco de recuperación de gastos a sus empleados olvidando por el camino que eran humanos antes que empresarios…
Han jugado a desgastar con pertinaz insistencia y paciencia la función de vigilancia de una administración aquejada de desidia, agotada por la lucha por su propio poder, el de la silla.
Han caido en el falso juego de los mercados abiertos, en jugar a la deslocalización, en competir de modo equivocado contra aquellos que no son sus iguales, los competidores desleales que ha sembrado la política en el mercadeo político-económico entre democracias y dictaduras.
Seguro que miles de cosas se me han olvidado en el tintero, pero no creo haber olvidado las principales.
Dejaré aparte por evidente a la industria armamentística, que ahí juegan todos los buitres politicos y economicos por igual a sembrar carnaza y cadáveres por interés mezquino. Siembran minas en su propio huerto, aquel donde también sangraran por igual sus propios hijos y nietos. Las balas no hacen distingos.
Estoy seguro de que hay muchas empresas, muchos empresarios que han jugado al juego de forma razonablemente limpia, aquella que se puede esperar de la escasa empatía que cabe en un ente abstracto como es una empresa publica o privada...
Banca, parientes cercanos y similares engendros con paraguas de oro
Han jugado al riesgo, al engaño, a la usuara..., a trabajar como suministradores del cobrador del frac, el smoking,… Es notable su juego con los límites de la ley en la claridad informativa sobre sus productos, con los paquetes “especiales”, los packs de productos alto beneficio/alto riesgo sin etiqueta en la caja del embalaje. Veneno puro disfrazado de almíbar dorado.
Han jugado sus cartas para acaparar flotadores cuando las naves se hundían, han bloqueado el sistema de crédito y hundido sin una lágrima de compasión a las naves más ligeras, para asegurarse un puesto en las naves de las grandes ligas, en sus cargas de beneficios impíos. Han jugado a un juego que alienta el riesgo, exprime sin pidead y se garantiza beneficios incluso en la derrota por estupidez. Para salvar a los más idiotas está papa estado, una inversión doble, de corto y largo plazo a través de la financiación de las campañas y otros engaños menores.
No dudo que haya bancos en los cuales, personas y cargos concretos, hayan actuado con honradez, tanta como se puede esperar de la capacidad de empatía y ética de un ente abstracto como es una empresas orienta a ganar batallas sin concesiones, amparándose en la dependencia del resto de los recursos que han acumulado ganando siempre, jugando siempre con cartas marcadas, sobre seguro, con indisimulada y feroz codicia…
La inmmodesta e ilustre franqueza del chorizo para si la quisiera la carne del burro con que le nutre quien lo embute desde la grada o el estrado.
Dejemos descansar hoy a los restantes poderes, que de despellejarlos se ocupen hoy otros.
Conclusión
Ciudadano, universal miembro de las antedichas sectas y grupos, o plantamos batalla o seremos pasto como el pisto.
Creo que es hora de clarear las aguas, despejar los horizontes y aclarar las rutas y los caminos.
Ciudadano, creo que a todos y cada uno de los enemigos que en el mismo saco se incluyen hemos de derrotar hoy si queremos vivir mañana.
No es hora ya de treguas o acuerdos, es hora de combatir sin piedad, sin tregua… Empieza por ti mismo, es un principio, pero no cejes hasta acabar la faena. No hay lugar para que los cabezas de turco paguen el pato de esta batalla, de la guerra…Sería volver a comenzar de nuevo, desde el principio. Yo, como Sísifo,me siento cansado, aburrido de repetir subida hacia el fondo de los infiernos… Es la hora en que no existe mas fin posible que la victoria, la derrota es el olvido.
1 comentario:
soy gallego de nacimiento y según el estatuto de Galicia, aprobado en noviembre de 1981, en su artículo 1º dice:
Galicia, se compone de La Coruña, Orense, Pntevedra y Lugo.
por tanto, al principio de este artículo, se debe de decir La coruña y no A Coruña.
Muchas gracias por escucharme
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