sábado, 8 de noviembre de 2008

¿Sabremos y querremos dar un giro...?




Se habla en estos tiempos de los peligros de la especulación y los valores ficticios, de la falta de diligencia del estado en mantener el mundo económico y empresarial controlado con unas mínimas reglas de juego

Se habla también de la falta de liquidez de los grandes y pequeños bolsillos...

Aquí nadie quiere perder pero de hecho muchos pierden... Unos hasta la camisa, otros solo algunos de sus yates que no pueden mantener sin saquear bolsillos ajenos con necesidades reales o ficticas...

¿Será que el estado dejará de tirar dinero a espuertas y racionalizará el gasto dirigiendolo a beneficiar a sus votantes?

¿Será que los gandes bancos y empresas aprovecharan las ayudas para un buen fin?

¿Será que las empresas corregirán esta espiral de derroche de energia y recursos naturales?

¿Será que los ciudadanos conseguiremos despertar de esta espiral de sueños de consumo y aprenderemos a controlar nuestro bolsillo de modo racional mas allá de la crisis?

Sinceramente no tengo mucha fe en ello.

Probablemente con tiempo consiguamos salir de la espiral titánica pero de poco servirá si no aprendemos la lección.

En todo caso habrá muchos muertos en los rincones del mundo que nuestros apurillos de primer mundo nos han hecho olvidar. Ellos tal vez lo olvidarán con la muerte, sus hijos dudo que puedan hacerlo...

La memoria colectiva de los pueblos segirá pasando factura más alla de nuestro control. Para bien y para mal la naturaleza humana no se puede encerrar en una botella.

Toda naturaleza tiene sus propios caminos y la molestra costumbre de abrir otros nuevos ante las puertas cerradas. Cual presa que retiene demasiado caudal derrotará con tanta fuerza como falta de control las barreras que se le imponen.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La vida siempre se abre paso. Su fuerza es tan colosal, tan desbordante, que siempre encuentra caminos alternativos. Lo malo es que hace tiempo que transitamos por los mismos caminos, desgastados de tanto frecuentarlos, y que lo único que hacemos es cambiarlo todo para que, paradójicamente, nada cambie. Sabemos dar un giro, incluso puede que queramos darlo, pero nos falta voluntad.

CharlyChip dijo...

Yo pienso que hemos avanzado demasido en la misma dirección y sentido y hemos profundizado tanto que ya no sabemos retroceder, no por falta de conocimiento sinó de voluntad.

No nos sentimos capaces de deshacer la madeja sin hacernos un lio y la sola idea nos aterra. Nos aferramos a una seguridad que ahora es ya solo ficción, el sistema ya no nos la proporciona.

A fin de cuentas es otra manera de decir lo mismo que tu.

Andrés Paredes dijo...

Todo son palabras y discursos de intenciones.
Ahora le darán la vuelta al calcetín y seguirán igual por el otro lado
Un saludo.