Señores, el mañana es una incógnita, como cada día por estas tierras... Cuando un gobierno no tiene una voz clara, sin contradicciones, el mensaje se pierde en la ambigüedad y todos piensan que al frente de la casa no hay nadie, que cada cual puede entrar y salir, ir y venir segun le place.
¿Acaso no se considera un asunto de cierta importancia el que nuestras tropas entren o salgan de un país?¿Acaso las alianzas no se han de regir por las palabras claras, por el cumplimiento de las obligaciones comprometidas....?
No voy aquí a defender ni rechazar con elocuencia la presencia de tropas españolas en un país extranjero, tampoco voy a discutir su papel en cada caso y lugar, eso es tema para otro artículo. Aquí vengo a poner en duda la capacidad para afrontar las tareas de gobierno.
Se supone que una decisión de tal calado habrá pasado por el consejo de ministros. Si se ha de salir, se dan razones, se habla con los aliados y cuando la decisión es firme en uno u otro sentido se hace pública, sin ambigüedades, sin rectificaciones de ultima hora que muestren debilidad y falta de tablas en el escenario.
Una de dos, aquí habría que decir: Callese Sra. Ministra o cállese Sr. Presidente.
Si la ministra es competente para dirigir las fuerzas armadas ¿? pero no sabe hablar, que le compren un portavoz.
Si el Sr. Presidente es competente para dirigir un gobierno ¿? pero no sabe hablar, que le compren un portavoz.
Si tal vez ambos son incompetentes que nos compren un gobierno nuevo en unas elecciones aticipadas pero, por favór señores disputados, que nos lo traigan del polo norte que aquí no hay de donde sacar en toda la fauna política nacional.
En la arena de este circo practicaré el precioso deporte de la lapidación verbal de los políticos hasta que el sol se ponga en su ocaso estelar o hasta que los espejos no capten mi aliento de conde maldito.
¿Acaso no se considera un asunto de cierta importancia el que nuestras tropas entren o salgan de un país?¿Acaso las alianzas no se han de regir por las palabras claras, por el cumplimiento de las obligaciones comprometidas....?
No voy aquí a defender ni rechazar con elocuencia la presencia de tropas españolas en un país extranjero, tampoco voy a discutir su papel en cada caso y lugar, eso es tema para otro artículo. Aquí vengo a poner en duda la capacidad para afrontar las tareas de gobierno.
Se supone que una decisión de tal calado habrá pasado por el consejo de ministros. Si se ha de salir, se dan razones, se habla con los aliados y cuando la decisión es firme en uno u otro sentido se hace pública, sin ambigüedades, sin rectificaciones de ultima hora que muestren debilidad y falta de tablas en el escenario.
Una de dos, aquí habría que decir: Callese Sra. Ministra o cállese Sr. Presidente.
Si la ministra es competente para dirigir las fuerzas armadas ¿? pero no sabe hablar, que le compren un portavoz.
Si el Sr. Presidente es competente para dirigir un gobierno ¿? pero no sabe hablar, que le compren un portavoz.
Si tal vez ambos son incompetentes que nos compren un gobierno nuevo en unas elecciones aticipadas pero, por favór señores disputados, que nos lo traigan del polo norte que aquí no hay de donde sacar en toda la fauna política nacional.
En la arena de este circo practicaré el precioso deporte de la lapidación verbal de los políticos hasta que el sol se ponga en su ocaso estelar o hasta que los espejos no capten mi aliento de conde maldito.
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