domingo, 29 de marzo de 2009

RELATO II

A mitad de mañana llevaban cobradas dos tórtolas, dos liebres y un conejo, se sentaron en un a piedra, y se pusieron a dar justa cuenta de lo contenido en el morral.

-Te contare que le paso al abuelo un mes de diciembre, y Venancio comenzó a narrar a su hijo el hecho ocurrido a su padre.

-Volvía anochecido del carbón, con el suelo blanco y nevando, se veía el camino difícilmente, sentado en el palo del carro, junto a la caballería, pensando en sus cosas, y deseando llegar a casa, cuando un aullido le saco de sus pensamientos.

-Estamos bien, solo faltaba esto hoy, lobos,- pensó preocupado.

Volvió a sonar otro aullido y giro la cabeza, esta vez era por el lado derecho, en la oscuridad de la noche entre los árboles y los arbustos descubrió el brillo de dos ojos chiquitillos, como luces.

-Debe de hacer frio en el alto del monte y faltar comida, estos bichos nunca se acercan tanto al pueblo- siguió hablando consigo mismo, entre otras cosas para evitar preocuparse en exceso.

El animal empezó a ponerse nervioso, los aullidos se oían cada vez más cercanos, y los pequeños ojos escudriñaban la forma de atacar.

-Padre, las pisadas que hemos visto en los últimos lazos colocados eran de lobos ¿No?, interrumpió Valentín a su padre-

-Sí

-En el pueblo ¿han entrado alguna vez los lobos?,- pregunto nuevamente a su padre.

-Sí, un año que nevó durante tres días, luego helo, no tenían comida en el monte y bajaron al pueblo por la noche, de madrugada, entraron en el corral de Pedro, al alboroto de los animales, le siguieron los gritos de las mujeres y a estos los disparos. Salimos José Abadejo el carpintero, Juan y yo, con las escopetas, había por lo menos veinte, junto a nuestras casas, comenzaron los disparos contra los animales que iniciaron su huida al monte, cayeron 10, pero habían herido a la vaca, mataron gallinas y el mulo se había herido en una pata.

-¿Qué paso con el abuelo?- reclamó de esta manera que su padre siguiese con la historia.

-Como te dije, los lobos cada vez se acercaban más, y más al carro, con la prudencia que instintivamente tienen, y conocedores de que su único depredador es el hombre.- Su padre reanudo la historia donde la había dejado, observo que su hijo no perdía ripia.

-De repente, delante del animal aparecieron los pequeños ojos asesinos de uno de los perros, el mulo se encabrito y el abuelo se cayó al suelo.

-¿Es que mordieron al mulo?,- Volvió a interrumpir Valentín a su padre.

-No tengas prisa en saber el final de la historia, pidió su padre a Valentín.

-Se cayó al suelo sobre el manto de nieve, la escopeta se quedo en el carro, echo mano de la navaja de casi 20 centímetros de hoja, crac, crac, crac, sonó al abrirse, al volver la vista al frente, tenía al lobo a medio metro de él, se incorporó hacia delante con la navaja como defensa, el lobo titubeo, le tiro un viaje, y en ese momento el animal dio media vuelta y desaparecieron.

-Que cerca ha estado, se dijo a sí mismo el abuelo, se levanto, calmo a la caballería, observo nuevamente el entorno, y no vio nada, y lo que era mejor, no escucho ningún ruido que le alarmara, a la media hora llegaba a casa, con frio, entro en casa y cuando nos sentamos en la mesa de la cocina a cenar, fue cuando nos conto lo acaecido y que yo te acabo de contar.

5 comentarios:

María dijo...

Bonitos relatos nos estás regalando, Julio, eres muy creativo y los sabes narrar muy bien, un placer siempre leerte, y muchas gracias por compartirlos con todos nosotros.

Un beso.

Julio dijo...

María el que os agradece de corazón que me leáis soy yo.
Un abrazo

Marinel dijo...

Los lobos impresionan solo con la mirada,es cierto, pero además infunden un gran respeto por su sigilo y astucia.
Menos mal que pudo contar la historia tras el enorme susto que se llevó.
Ahora solo vemos lobos en reportajes de la tele.
Muy buena historia,Julio.
Esperamos el siguiente.
Besos.

CharlyChip dijo...

Cada día nos estas descubriendo nuevas facetas Julio: Relatos, pinturas,...

Me estan gustando los relatos, quisiera poder opinar de los cuadros con conocimiento pero soy negado para las artes pictóricas jajaja

Espero que nos traigas nuevas sorpresas tan gratas como estas

Un abrazo

Julio dijo...

Estoy terminado otras, pero no quiero publicar hasta tenerlas completas, aunque estaría bien el suspense.
Un abrazo