Está el juez Garzón, en la soledad y silencio de su despacho de la Audiencia Nacional, redactando una providencia de 400 folios, cuando, de repente, se ve interrumpido por un extraño sonido, como de alguien que chista:
- "Chisssss, chissssss"
Garzón levanta la vista de las cuartillas, pero no puede ver a nadie: está solo.
Al cabo de unos segundos, se repite el sonido
- "Chisssss, chissssss"
Perplejo, vuelve a extender la vista por todo el despacho: nada, nadie...
Una tercera vez, se repite el fenómeno:
- "Chisssss, chissssss"
Se levanta de la silla dispuesto a lavarse la cara y entonces se percata de que el Cristo del crucifijo que preside su despacho ha soltado una mano y le hace gestos para que se acerque. Garzón, perplejo, se pone enfrente de él y le oye decir:
- "¿Y de lo mío, qué?, ¿Cuándo procesamos a Pilatos?"
- "Chisssss, chissssss"
Garzón levanta la vista de las cuartillas, pero no puede ver a nadie: está solo.
Al cabo de unos segundos, se repite el sonido
- "Chisssss, chissssss"
Perplejo, vuelve a extender la vista por todo el despacho: nada, nadie...
Una tercera vez, se repite el fenómeno:
- "Chisssss, chissssss"
Se levanta de la silla dispuesto a lavarse la cara y entonces se percata de que el Cristo del crucifijo que preside su despacho ha soltado una mano y le hace gestos para que se acerque. Garzón, perplejo, se pone enfrente de él y le oye decir:
- "¿Y de lo mío, qué?, ¿Cuándo procesamos a Pilatos?"
3 comentarios:
Es el único que le falta en su camino hacia el estrellato judicial...
Luego ya solo le queda procesar a su padre por el genocidio de sodoma y gomorra jejejeje
Saludos
Jajajaj, muy bueno.
Pero que no crea que no es capaz, con tal de subir un escalafón más,jajaja
Besos.
Si Garzón pudiera sentar a Dios en el banquillo creedme que lo haría.
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