viernes, 13 de marzo de 2009

Una sonrisa

Está el juez Garzón, en la soledad y silencio de su despacho de la Audiencia Nacional, redactando una providencia de 400 folios, cuando, de repente, se ve interrumpido por un extraño sonido, como de alguien que chista:

- "Chisssss, chissssss"

Garzón levanta la vista de las cuartillas, pero no puede ver a nadie: está solo.

Al cabo de unos segundos, se repite el sonido

- "Chisssss, chissssss"

Perplejo, vuelve a extender la vista por todo el despacho: nada, nadie...

Una tercera vez, se repite el fenómeno:

- "Chisssss, chissssss"

Se levanta de la silla dispuesto a lavarse la cara y entonces se percata de que el Cristo del crucifijo que preside su despacho ha soltado una mano y le hace gestos para que se acerque. Garzón, perplejo, se pone enfrente de él y le oye decir:

- "¿Y de lo mío, qué?, ¿Cuándo procesamos a Pilatos?"

3 comentarios:

CharlyChip dijo...

Es el único que le falta en su camino hacia el estrellato judicial...

Luego ya solo le queda procesar a su padre por el genocidio de sodoma y gomorra jejejeje

Saludos

Marinel dijo...

Jajajaj, muy bueno.
Pero que no crea que no es capaz, con tal de subir un escalafón más,jajaja
Besos.

Anónimo dijo...

Si Garzón pudiera sentar a Dios en el banquillo creedme que lo haría.