Como ya sabéis, estoy publicando una serie titulada Astrometría del Sistema Solar en la que poco a poco voy dando datos útiles sobre los cuerpos que componen nuestro pequeño vecindario. Y mi amigo Donaire Galante como buen literato, siempre encuentra la similitud entre el nombre que se le puso a los astros y su carácter. Así que un día me decidí a proponerle un post conjunto explicando el por qué de este intercambio de creencias humanas. Se trataba de aunar la mitología, la cultura y la literatura con la ciencia, aportando cada uno valores de ambos aspectos. Él aceptó y he aquí el resultado.

“Dada su especial relevancia no es de extrañar que los griegos homenajearan a sus dioses otorgándoles a los planetas del Sistema Solar sus nombres. Más tarde los romanos adaptaron éstos a su propia mitología, quedando del modo en que hoy los conocemos. La correspondencia se estableció teniendo en cuenta las características comunes que compartían los unos y los otros”.
Donaire Galante






Marte (Ares): dios de la guerra y la fuerza. Por ser rojo como la sangre. En la mitología romana, Marte, en latín Mars, era el dios de la guerra, hijo de Júpiter. El planeta es el anterior a Júpiter y es rojo como la sangre de los sacrificios que se le ofrecían antes de la batalla.
Júpiter (Zeus): dios supremo, padre de todos los dioses. Por ser el planeta más grande y velar por el orden social. Gracias a que Júpiter protege con su enorme masa a los planetas del Sistema Solar interior, vivimos en una relativa tranquilidad a salvo de impactos.






Neptuno: dios del mar. Cuando se descubrió se le dieron muchos nombres, el planeta siguiente a Urano, Océano, Leverrier, Georgia, hasta que en 1846 se le llamó definitivamente Neptuno o Poseidón, dios de los océanos, por su color azul intenso como el mar.
También los días de la semana provienen de los nombres de los dioses asociados con cada uno de estos astros: Lunes por la Luna. Martes por Marte. Miércoles por Mercurio. Jueves por Júpiter. Viernes por Venus. Sábado por Saturno. Domingo por el Sol (die domini en latín). Astronomía y Mitología presentan, por tanto, una relación sana y fructífera, pero no lo es menos la que une a la Astronomía con la Literatura. Una prueba irrefutable podéis encontrarla en el post que publica hoy Donaire Galante: JEAN-PIERRE LUMINET.
3 comentarios:
Un interesante viaje por la mitología y los orígenes de los nombres de los astros.
Besos
Muchas gracias Charly :) Un abrazo
Zenda, sigues sorprendiéndome muy buen trabajo, deberías publicar las fotos en el Caleidoscopio de O.V.
Un abrazo
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